La Comunidad Valenciana es tristemente conocida como la región del despilfarro. El desierto aeropuerto de Castellón (que parece ser que pronto comenzará a operar), la malograda Terra Mítica, el fiasco del circuito de Valencia y la apuesta cinematográfica que supuso La ciudad de la luz.
La Ciudad de la Luz son unos estudios cinematográficos construidos en la periferia de Alicante que aspiraba a convertirse en el Hollywood europeo. Se invirtieron millones de euros, pero desde febrero de 2013 están inactivos y convertidos en símbolo del despilfarro. Hasta ahora, ya que el cineasta Francis Ford Coppola se ha interesado por ellos.