Paseos con encanto por Altea
Publicado por Fernanda Mazza el .
Altea es uno de los pueblos más acogedores de la costa levantina. Originariamente era considerado como el centro hippy de la zona, con una importante comunidad de pintores, músicos y artistas de diversas nacionalidades. Hoy en día predomina la actividad turística sobre la cultural.
Altea se destaca por ser un típico pueblo de casitas blancas construido en una colina, que mira hacia el mar.
Posiblemente la vista más bonita del pueblo se puede disfrutar desde un nuevo paseo construido desde la playa Albir y el puerto de Altea. La iglesia impera el pueblo desde la cima de la colina, y está rodeada por calles estrechas con preciosas casas de pueblo.
En lo más alto de todo, en la plaza de la iglesia y las callecitas que ascienden hacia ella existen diversos restaurantes y bares muy concurridos por locales y visitantes. La plaza cuenta con un mirador de donde se pueden apreciar vistas impresionantes de la bahía que rodea Altea y del mar mediterráneo en todo su esplendor.
Los platos típicos de Altea, como todo pueblo marinero, son los pescados y los mariscos. Son irresistibles sus arroces, preparados de mil maneras (de marisco, magro y verduras, negro, de rape y almejas, etc), gamba roja, calamares a la plancha o sepionets.
A la oferta de hoteles en Altea se suman encantadoras casas rurales algo alejadas de la urbanización.
Foto vía:flickr
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