Ayer llegó hasta Alicante uno de esos espectáculos en principio aptos para todos los públicos pero que en realidad son aptos para los que se quieren dejar engañar. Me refiero al wrestling, en este caso, la lucha libre mejicana, que el martes por la noche actuó en la plaza de toros.
Bien, si sabemos a dónde vamos, no hay problema. Podemos decir aquello de «lo tuyo es puro teatro». Cierto, todo el mundo sabe, o debería saber, que ese tipo de espectáculo es puro fraude, en tanto en cuanto los morrazos, guarrazos y yoyas que se propinan, tienen más trampas que una película de chinos.
Si sabemos a lo que vamos, bien. Si somos conscientes del circo al que vamos y aun así, nos gusta, sin problema. Si hay algún ingénuo que piensa que puede encontrarse con algo parecido al boxeo pero a lo bestia, aquí viene la aclaración. El boxeo es un deporte muy noble, -hay a quien le gusta y a quien no-, con unas reglas, unos árbitros, una federación… Un deporte, vaya. La lucha libre, y más la mejicana, ni es lucha, ni es libre.
Quien quiera ir a ver teatro, lo tiene más fácil en el Principal. La lucha libre es mentira. La mejicana, además es cutre. Los niños son los que mejor se lo pasaron. Pero que quede claro que es mentira. Puro teatro.
